tratamiento de la Rosacea con Láser Neodimio Yag de pulso largo y Láser Vbeam de colorante pulsado: fácil, rápido y seguro
Este es el único tratamiento para aliviar los síntomas de la rosácea realmente efectivo. Los láser modernos permiten tratamientos exitosos y seguros en todas las épocas del año.
A menudo las personas con rosácea se presentan con enrojecimiento en mejillas, nariz, barbilla o frente que pueden aparecer y desaparecer. En otros casos puede abarcar además el cuello, pecho, cuero cabelludo, orejas, pieles sensibles y causa de la rosácea.
Con el tiempo, el enrojecimiento tiende a ser más persistente y visible. De no ser tratada se desarrollan espinillas y en casos graves la nariz puede crecer, hincharse y deformarse por exceso de tejido (rinofima), también los ojos pueden verse afectados.
Aunque la rosácea es una condición enfermedad crónica, en la actualidad se puede mejorar y controlar, gracias a sofisticados láser como el Neodimio Yag de pulso largo y el láser VBeam de colorante pulsado.
El primero para aquellos pequeños vasos sanguíneos más profundos y el segundo para aquellos más superficiales. Logrando ser el primer tratamiento para la rosácea de verdad efectivo.
Este es un tratamiento muy bien tolerado, ambulatorio que no necesita anestesia y se puede volver de inmediato a las actividades habituales.
En función del tipo de rosácea, su profundidad, o la etapa en que se encuentre, seleccionamos el tratamiento utilizando un láser o una combinación de ellos.
Además para asegurarnos de cubrir todas las zonas que requieren tratamiento agregaremos Terapia Fotodinámica de última generación como tratamiento complementario.
Por ello es tan importante ponerse en manos de Profesionales de la Salud especializados con una plataforma láser completa que se adapte a las distintas lesiones existentes.
Los láseres vasculares son la mejor opción para tratar estas lesiones cutáneas por su eficacia, seguridad, tolerancia, resultados y bajo efecto secundarios.
El láser es atraído por la hemoglobina incrementando la temperatura al interior del vaso sanguíneo dilatado, lo cual produce la coagulación sanguínea colapsando sus paredes y desapareciendo poco a poco por absorción gradual de nuestro organismo.
Esta coagulación selectiva alcanza solo los capilares dilatados, sin dañar la piel.
El láser se encarga de los vasos sanguíneos dilatados de manera rápida sin pasar a llevar el resto de los tejidos. Los pulsos de energía son entregados a una gran velocidad (millonésimas de segundo).
El número de sesiones variarán dependiendo del tipo de lesión y su extensión, siendo por lo general entre 4 y 6 una cada 30 días.